De manera irresponsable el actual Presidente del Banco Central, Guido Sandleris, que no cuenta con el acuerdo del Senado de la Nación que exige la ley y el Gerente General de la entidad, Nicolás Gadano, han dilapidado durante su gestión reservas por más de 18.300 MILLONES DE DÓLARES.
Superan así los récords de las gestiones encabezadas por Alejandro Sturzenegger (U$D 14.933 MILLONES) y Luis Caputo (U$D 14.260 MILLONES).
Entre todos, bajo el actual Gobierno, suman más de U$D 47.500 MILLONES las reservas mal liquidadas para sostener una política anti-económica que está destruyendo la actividad productiva nacional, el empleo y la economía familiar de los argentinos.
Esas reservas se sostienen con un brutal endeudamiento externo. Mientras los acreedores obtienen ganancias siderales, de las consecuencias –la miseria que se extiende y el pago de la deuda– nos tenemos que hacer cargo todos los argentinos.
Ya es evidente que no estamos ante “errores”, sino ante acciones maliciosas de endeudamiento para imponernos decisiones económicas contrarias al interés de nuestra sociedad, como ha sucedido reiteradamente en nuestra historia y se evidencia hoy por las imposiciones de las actuales autoridades del principal prestamista, el Fondo Monetario Internacional, cuyo único objetivo es garantizar los intereses de los usureros transnacionales.
Con este progresivo vaciamiento el Banco Central va perdiendo su credibilidad y el carácter de garante, en última instancia, de las entidades financieras que operan en nuestro país. No sólo por su deuda externa e interna (las letras –Leliq– que se imponen a los bancos suman más de un billón de pesos y los intereses mensuales que se abonan por tener esos fondos inmovilizados superan los 55.000 millones de pesos).
Es evidente, por lo expuesto, que las actuales autoridades incumplen obligaciones que les impone la Carta Orgánica del Banco Central.
No es la primera vez que señalamos esta situación, sobre la que coinciden economistas especializados de todas las tendencias, que nos ha llevado a protagonizar junto con los trabajadores de todas las actividades tres paros generales y nos obliga a insistir en la continuidad de la lucha, exigiendo el cambio urgente de la política económica.
Por ello, ante la pusilanimidad del Poder Ejecutivo, antes de que sea tarde, volvemos a exigir la urgente intervención del Congreso de la Nación. La oposición debe actuar unida y responder positivamente a nuestro reclamo. La situación compromete al próximo gobierno que recibirá un Banco Central sin capacidad para actuar.
Carlos Irrera, Analía Lungo, Carlos Cisneros, Patricia Rinaldi, Pablo Regnier, Victoria Capoccetti, Walter Rey, Mariel Iglesias, Isabel Fernández, Gustavo Díaz, Enrique Ramírez, Cristian Stratico, Natalia Roino, José Giorgetti, Juan Pallo, Matías Layús, Gabriel Dipierri, Carlos Ferrari, Rosa Sorsaburu, Claudia Ormachea, Francisco Muratore, Claudio Bustelo